El futuro de la construcción es sostenible
La preocupación en materia verde o sostenibilidad es cada vez mayor y los gobiernos apuestan por fuertes medidas para paliar este problema común. El sector de la construcción es responsable del 36% de las emisiones de CO₂ totales.
Pensar en un mundo sostenible es asumir que los recursos que nos ofrece el medio ambiente no son eternos y, por ello, hay que hacer un uso responsable y racional. Fue en el 1987 cuando se acuñó por primera vez el concepto sostenibilidad, en el Informe Brundtland elaborado por las Naciones Unidas. Las premisas de dicho estudio son las mismas con las que hoy día entendemos la sostenibilidad: el desarrollo social, la protección medioambiental y el crecimiento económico.
Más de 30 años después de la primera mención a la sostenibilidad y los grandes dilemas de este tema siguen sin resolverse. Lo que está claro es que debemos garantizar las necesidades actuales de la sociedad, pero sin comprometer a las próximas generaciones.
Los sectores de la logística, del petróleo y el gas, el automovilístico y el de la construcción son los que históricamente han provocado más emisiones al medio ambiente. Según Suzanne Senellart, porfolio manager de Mirova, el sector de la construcción supone el 36% de las emisiones de CO₂.
Las políticas europeas sobre el sector de la construcción apuntan a un futuro verde y tienen como objetivo conseguir la descarbonización total para el 2050. Para llegar a dicho propósito se está virando hacia una arquitectura sostenible, utilizando técnicas y materiales respetuosos con el medio ambiente durante el proceso de construcción, así como la reutilización de los desechos de la manera más eficiente.
En España la demanda de vivienda nueva es mínima en comparación con el suelo ya construido. El problema surge cuando estas construcciones ya existentes no cumplen con las normativas sostenibles actuales y se deben rehabilitar. Actualmente se enmiendan unas 30.000 viviendas al año, un 0.12%, del total construido, una cifra muy lejana al 3% estipulado por la Unión Europea para conseguir la descarbonización en el 2050. En este sentido España también se enfrenta a otro reto, ya que las empresas del sector de la construcción tradicionalmente se han encargado de obras nuevas y no de la rehabilitación, haciendo que ahora se tengan que reinventar para seguir creciendo dentro del sector.
Construir una vivienda sostenible no es simple, pero si rentable. Las construcciones pasivas son las que priorizan el uso de recursos renovables, como por ejemplo, la energía solar o eólica, tanto en la construcción como en los suministros básicos de las viviendas. En este tipo de construcciones, la inversión inicial es superior, pero se recupera en un plazo de 15 años, además de que se minimiza la huella ambiental.
En los casos de rehabilitación de suelos ya construidos, los precios pueden oscilar entre los 15.000 € y los 30.000 €, según fuentes del Green Building Council español, provocando un ahorro de unos 640 € anuales.
El futuro del sector de la construcción está un poco en manos de todos, apostemos por las edificaciones eficientes, por el ahorro económico y sobre todo por el medio ambiente y nuestro planeta.
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