La digitalización disparará un 20% la productividad en la construcción
Como apunta el especialista en gestión de procesos IFS Global, la digitalización del sector de la construcción no solo transformará todos los procesos de trabajo internos del sector, aumentando su productividad, sino que mejorará las condiciones de conectividad, eficiencia energética y seguridad de los hogares y los espacios de trabajo.
Aunque en otros sectores profesionales ya se ha demostrado que el uso de sistemas de digitalización tiene una gran eficacia en la limitación de errores de ejecución, la reducción de plazos y en la mejora del rendimiento de los profesionales, el sector de la construcción se ha mostrado bastante reacio a sumarse a la digitalización.
El punto de partida para la digitalización de los procesos en la construcción, igual que ha sido en otros sectores profesionales, es la implementación de softwares de gestión de recursos empresariales, ERPs, que permitirá monitorizar y administrar proactivamente todo el ciclo de vida de cada uno de los proyectos que se lleven a cabo. La instalación de ERPs que centralicen toda la información relativa a cada construcción permitirá adaptarse a las tendencias del sector como los procesos BIM o el uso de drones habilitados para el IoT. La integración de las nuevas tecnologías en los procesos de trabajo, lejos de suponer una inversión inasumible por parte de las empresas, supondrá un crecimiento de su productividad de más del 20%.
Además del BIM y el IoT, la otra gran tendencia que se detecta en el sector, y que también está encaminada a aumentar la productividad, es la prefabricación offsite, o construcción modular. Consiste en planificar, diseñar, fabricar y sub-ensamblar todos los elementos que conforman una construcción en un lugar distinto al que será su localización final y ensamblarlos in situ.
La construcción modular ya se utiliza para proyectos de construcción residenciales y multifamiliares y también para proyectos gubernamentales, de minería, marítimos y comercios. Dos ejemplos de ello son la mini Sky City de China, que se construyó en menos de 20 días, o el hospital para albergar a los afectados por el coronavirus, que se llevó a cabo en tan solo 10 días.
Según la consultora global McKinsey, la construcción modular tiene dos grandes ventajas: la reducción del tiempo de construcción en un 50% y una gran reducción de costes. Además, también se aumenta la productividad.