Tras la aprobación de la Ley de Creación y Crecimiento empresarial, más conocida como “Ley Crea y Crece”, la implementación de la Factura Electrónica obligatoria en las transacciones comerciales entre empresas y autónomos se convierte en un hecho.

Hace ya tiempo anticipábamos que la Factura Electrónica tendría un papel clave en el tejido empresarial del país, el cual está en pleno proceso de digitalización. Hasta el momento, solo se había establecido como obligatoria para las transacciones con las Administraciones Públicas y, más específicamente en el sector de la construcción, para transacciones en el marco de obras públicas. No obstante, todo apuntaba a que acabaría implementándose en el escenario B2B.

¿Qué supone la Factura Electrónica en el sector de la construcción?

En el marco de una obra hay muchos agentes implicados que necesitan estar en continua comunicación e intercambio de documentación. Juntamente con los pedidos, albaranes y valoradas, las facturas son imprescindibles en los procesos administrativos que permiten avanzar en las fases de un proyecto.

En 2018 se aprobó la Ley de Contratos 9/2017, que obliga a los subcontratistas, en el marco de una obra pública, a enviar las facturas de más de 5.000€ a los contratistas de las Administraciones Públicas a través de un Registro Electrónico Único (REU,) con el formato facturae y mediante la plataforma FACeB2B.

Tras la entrada en vigor de la Ley Crea y Crece, todas las constructoras, proveedores e industriales, entre otros, deberán implementar la Factura Electrónica de forma obligatoria en sus transacciones comerciales. Esto supondrá un beneficio en cuanto ahorro de tiempo y dinero que resultará muy favorable para el sector, el cual tiene como uno de sus objetivos pendientes la digitalización. La Factura Electrónica permitirá evitar errores humanos, agilizar los procesos administrativos, contribuyendo así a acelerar los plazos de entrega y finalización de una obra. Además, también supone la eliminación del papel, un gesto que contribuye a la sostenibilidad, otro de los objetivos del sector. Otro de los argumentos a favor de la implementación de la Factura Electrónica es que toda la información estará guardada de forma digital y será más fácil de acceder y consultar.

Ley Crea y Crece

El nuevo marco regulatorio tiene como principales objetivos facilitar la creación de empresas, favorecer el crecimiento y la expansión de las PYMES, reforzar la financiación y luchar contra la morosidad. Una de sus medidas estrella para hacer frente a la morosidad ha sido la implementación obligatoria de la Factura Electrónica para los intercambios comerciales.

La Ley, publicada en el BOE el 29 de septiembre de 2022 y ya en vigor, establece que aquellas empresas cuya facturación anual es superior a 8 millones de euros disponen de un año para la implementación de la Factura Electrónica, mientras que aquellas compañías que facturen menos de esa cantidad dispondrán del plazo de 2 años.

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