Actualmente los jóvenes tienen dificultades para acceder a la compra de una vivienda. Sin una rebaja de los precios o ayudas a este colectivo, será difícil revertir la situación. Por otra parte, se están dando una serie de cambios en la sociedad que hacen que los jóvenes vean en el alquiler una salida más acorde con su situación actual de inestabilidad laboral.

Según algunas estimaciones, España necesitará entre 120.000 y 150.000 viviendas nuevas cada año, hasta 2030, para hacer frente a la previsión de la demanda. Pero, para vender todas estas viviendas, será necesario bajar los precios. Se cree que parte de la demanda prevista se sustentará en el movimiento migratorio, ya que para los jóvenes es muy difícil tener acceso a la compra de la nueva vivienda debido a su elevado precio.

La previsión de la Patronal de promotores y constructores sobre el crecimiento del precio de la vivienda nueva para el 2019 es de entre un 3,5% y un 5%. Esto significa una bajada respecto al crecimiento de otros años - el crecimiento más destacado fue el del año 2007, con un 33% más que en 2019 - pero sigue siendo un factor limitante para los jóvenes.

En España hay siete millones de jóvenes en edad de emanciparse. Este dato la convierte en el sexto país de Europa, empezando por la cola, en emancipación de los jóvenes. La mayoría lo hace a los 29 o 30 años.
Para intentar desbloquear esta situación, la patronal ha trasladado a diferentes administraciones, a la mesa de vivienda del Congreso, a las comunidades y a los ayuntamientos una serie de propuestas orientadas a facilitar la compra de la vivienda a los jóvenes.


Algunas de estas propuestas son:

• Establecer un marco jurídico seguro, estable y garante.
• Beneficios fiscales.
• Fórmulas de producción públicoprivadas.

En otros países ya existen diferentes iniciativas. En el Reino Unido está el Help to buy, un programa que permite comprar una vivienda con una financiación del 95% o en Francia donde se ofrecen créditos al 0% para la compra de una vivienda.
El acceso al crédito es uno de los hándicaps más importantes a los que se enfrentan los jóvenes a la hora de comprar.
A la dificultad de obtener crédito se añade que los jóvenes han adquirido otros hábitos referentes a la vivienda, como compartir piso o alquilar. También se da la situación que los jóvenes están más acostumbrados a la tendencia del pago por uso, lo que supone otra de las razones que llevan a este cambio de tendencia.

Existen diversos motivos para no comprar, pero la movilidad motivada por la inestabilidad laboral es la razón principal por la que más personas se decantan por alquilar antes que comprar una vivienda.