La crisis del coronavirus ha provocado un descenso de la actividad económica, aunque el sector de la construcción prevé, en sus estimaciones más optimistas, que en 2021 se frene este descenso y el consumo de materiales se mantenga estable.

En 2020 el consumo de cemento cayó un 9,7%, el peor descenso desde la crisis de 2008, de la que el sector ya se había recuperado casi completamente. La crisis económica mundial provocada por el Covid-19 ha frenado esta recuperación y los expertos estiman que la actividad no recuperará el ritmo pre-pandemia hasta entrado el 2021. El director de la agrupación de fabricantes de cemento en España Oficemen, Dimas Vallina, ha puesto números al descenso del consumo de cemento en 2020: si hasta este año la media era de 25 millones de toneladas de cemento, en 2020 la cifra se sitúa en 13 millones.

El consumo de cemento en España proviene de dos fuentes principales, la obra pública y la vivienda. 2020 ha sido un mal año tanto para la una como para la otra. La obra pública suponía hasta el 60% del consumo de cemento en España hasta 2018, pero en 2020 únicamente supuso el 38% de este consumo. En lo que respecta a la vivienda, el parón de la actividad económica que ha supuesto la crisis del Covid-19 también ha afectado a la construcción de nuevas viviendas, que se ha ralentizado.

Otro dato a tener en cuenta es el de las exportaciones. España es el primer país exportador de cemento de la Unión Europea, lo que le permitió mantener a flote el sector de la construcción durante la crisis de 2008. En la crisis actual, al ser un fenómeno global, las exportaciones también han sufrido una gran caída y el sector no se puede apoyar en ellas para mantener su actividad.

En cuanto a las previsiones para el futuro, desde la patronal Oficemen estiman que en 2021 el consumo de cemento puede oscilar entre una caída del 3% hasta un crecimiento de un 3%, que no supondría la recuperación del sector sino una leve estabilización.

Ante esta situación, los principales representantes de las empresas cementeras del país reclaman un plan de recuperación para el sector de la construcción, que cuenta con unas 400.000 empresas y más de 1 millón de trabajadores. Para poder ser efectivo, el Plan de Recuperación deberá contar con unos Presupuestos Generales del Estado fiables y con la llegada de los Fondos de Recuperación de la Unión Europea.