La buena marcha del sector de la construcción se ralentiza
El balance de los nueve primeros nueve meses del año 2019 muestra que las cifras son ligeramente más altas que las del año 2018, pero reflejan una desaceleración respecto al trimestre anterior. El Observatorio Industrial de la Construcción hace balance y argumenta esta tendencia en las cifras de algunos de los indicadores.
El Observatorio Industrial de la Construcción hace balance de los nueve primeros meses del 2019 en un detallado informe para comparar el crecimiento anual del sector de la construcción. Para ello se basa en varios indicadores. La conclusión general es que, si bien el sector de la construcción experimenta un crecimiento sostenido respecto al año anterior, esta tendencia se ralentiza si la comparamos con las cifras del primer trimestre.
Algunos de los indicadores en los que se fija el informe son las cifras de afiliación, las empresas creadas, las licitaciones, el número de visados de obra nueva y el número de hipotecas. El número de afiliados a la Seguridad Social creció un 4,1 % respecto al año anterior (siempre en el mismo periodo), con lo que, en consecuencia, el número de parados disminuyó un 9,4%.
Otro de los datos que utiliza la comparativa es el número de contratos. En este caso, la cifra bajó respecto al 2018. Por sección de actividad, las cifras son inferiores en contratos de ingeniería civil, de construcción especializada y de construcción de edificios. Por el contrario, el número de empresas inscritas en la Seguridad Social aumentó un 2,9 %.
Los visados de obra nueva y el número de hipotecas también crecieron respecto al año anterior, un 16,9% y un 9,8% respectivamente. Pero, de todos los valores, el que ha crecido más en este periodo de 2019, es la licitación de obra pública. En efecto, el incremento de la licitación respecto al mismo periodo del año anterior creció un 41,3 %.
El informe concluye que los datos del 2019 muestran una evolución positiva, un crecimiento menos intenso que en los últimos años pero sin estancamiento. El sector de la construcción es uno de los motores económicos y, como tal, debe asumir su transformación apoyándose en el trabajo cualificado, la formación especializada y la innovación para convertirse en un sector más competitivo, sostenible, profesional y capacitado para afrontar los retos del futuro.